Proyecto habitacional subsidiado. Construcción de adobe

TRUJILLO, COLÓN
ZONA PECH
Comunidad Moradel, Silín, Trujillo, Colón.

30 de octubre de 2019.

NO SÉ CÓMO PAGARLES

 JULIO MONTES.

Me llamo Julio Montes y mi esposa es María Julia Hernández Gutiérrez, tenemos cinco hijos: cuatro varones y una niña. somos de la comunidad Pech, no hablamos el idioma; hasta ahora los niños están aprendiéndolo en la escuela el idioma Pech.

Vinimos a la costa de Trujillo, Colón. Somos oriundos del Carbón, de Santa María, Olancho. Esa trayectoria está marcada porque a mi abuelo y abuela y mis bisabuelos los trajeron unos terratenientes, los mentados, don Próspero Castillo, los trajeron a cuidar un rancho, una hacienda, aquí en Trujillo, en un pueblo que se llama Las Palmas y así fue como ellos vinieron desde muy temprana edad; mi abuelo como de 17 años, mi abuela como de 18, vinieron aquí.

Mi abuelo y mi abuela eran era hablantes Pech. Vinieron como ya les dije de la comunidad del Carbón, de Santa María del Carbón, Olancho y se estacionaron acá y ya por último, don Próspero Castillo les dio un predio para que ellos vivieran aquí en la comunidad y aquí fue donde ellos hicieron su familia donde estamos nosotros, en esta comunidad.

Se leer y escribir, tuve la oportunidad de sólo estar dos años en la escuela por los requisitos de bajos recursos de mis padres, no seguí; mis otros hermanos si se graduaron en otras carreras profesionales, sólo su servidor no, hice primero y segundo grados, no más.

¿Quién es el jefe tribal de los Pech, aquí en la comunidad? ahorita está el profesor Lázaro Eugenio Montes, que es el presidente del Consejo de Tribus y está también un tío mío que también es el cacique, que se llama Sebastián Aparicio Montes.

Nos vincularon a los de Hábitat para la humanidad para hacer estas casas. Buenos, ellos llegaron aquí a la comunidad por medio del Consejo de Tribus, nos sentamos a dialogar: de cuál era el problema de vivir en comunidad, como pueblo indígena y  que estábamos, no puedo decir como aislados y de cómo los gobiernos no nos tomaban en cuanta para tener un techo digno. Entonces Hábitat nos visitó y estando de por medio la Fundación San Alonzo, hemos conseguido estos beneficios de Hábitat.

Las casas son de adobe, el proceso ha sido de acarreo de arena, acarreo de materiales, cal, o tierra para el lodo. Fue un trabajo bien duro, pero valió la pena, sinceramente. Estas casas están valoradas a precio de casi 200 mil lempira. Nosotros ponemos la mano de obra no calificada a un precio como de 40 mil lempiras. Esta casa de su servidor —como beneficiario de Hábitat— yo puse: 8 metros de piedra, 8 metros de grava, 8 metros de arena y al mismo tiempo puse 2 mil adobes. Hábitat dio el cemento, la varilla, el artesón y el techo de zinc.

Antes de tener esta casa vivíamos en una casa de bahareque, allá en la comunidad. Conseguir este terreno es otra historia, aquí esta propiedad era del ingeniero Ramón Lobo Sosa, hermano del ex presidente Pepe Lobo. Nosotros dialogamos también con el sobre el predio y el reconocía que somos un pueblo indígena y el donó un pedazo de tierra en todo lo que es La Planada. Nosotros tenemos mil 500 manzanas de tierra en el cerro, ese (lo señala), pero no teníamos para hacer vivienda, por eso el ing. Lobo Sosa fue el que donó estas tierras a la comunidad Pech.

A cada uno nos tocó un predio cada predio de 25 x 25 metros en los que levantamos estos dos dormitorios, una sala, una cocina, corredor, baño, pila de agua y hornilla también      

Se hicieron 24 casas. El entendimiento entre los que iban a ser beneficiarios de las casas comenzamos a dialogar con Hábitat para la Humanidad y la organización San Alonzo, para así realizar los trámites. Trámite que fue bastante largo, pero valió la pena, aunque muchas personas no teníamos esa esperanzas; decíamos nosotros que muchos papeles y nunca mencionábamos que íbamos a tener la oportunidad de una vivienda como la tenemos ahora. Fue larga la plática, tanto de la Fundación San Alonzo y tanto de Hábitat para la Humanidad, y por fin que se logró.

Cuál es la diferencia entre la estructura de una casa de bahareque y una de adobe, por ejemplo: ahorita estamos en el mes que es el invierno y las casa de bahareque cuando viene un «norte», un mal tiempo teníamos, tal vez a media noche, teníamos que cambiar la cama de un lado a otro, porque se mojaba o porque el mal tiempo azotaba y nos lavaba la pared y eso era bien difícil para nosotros.

Ahora tenemos dos años de vivir aquí. Doy gracias a Dios por las oportunidades que me han dado Hábitat para la Humanidad y la organización San Alonzo, yo no sé cómo pagarles. 

LUCHAMOS JUNTO POR NUESTRO TERRITORIO

EUGENIO MONTES TOMÉ

Presidente del Consejo Tribal Pech
Silín, Moradel, Trujillo, Colón
30 de octubre de 2019.

Pertenezco a la Comunidad Pech de Silín, Moradel. No he sido beneficiario de Hábitat por los momentos. Sólo estoy como dirigente de la comunidad en lo cual estoy gestionando casa para el bienestar de algunas familias que están viviendo en una sola habitación, tal vez tres o cuatro familias. Y nosotros estamos en la estrategia de cómo desubicar esas familias para que puedan estar un poco desahogados.

Soy el presidente de la comunidad desde el 2010, luego entregué el cargo y me volvieron a elegir y ahora este año, 2019, me reeligieron otra vez, ya cumplí mis dos años, según la ley de nuestra comunidad, sólo nos permiten dos años para ser dirigente. Pero según, como va marchando un dirigente lo vuelven a reelegir, en este caso, ahorita, me tocan otros dos años.

La elaboración de adobes lo hace la comunidad. Es un proyecto social ante la comunidad, se hace colectivo, pero si alguien quiere hacer una casita por su propia condición social económica la hace individual; pero en el caso colectivo se ponen de acuerdo la comunidad y  las familia para hacer esos adobes.

Qué cómo vinimos los Pech a una zona que era garífuna. Llegamos a un consenso con los afrohondureños que son los garífunas, en lo cual nosotros reconocemos y ellos nos reconocen, en esa parte. Pero, se sabe, que antes que llegaran ellos nosotros ya estábamos aquí (se ríe), ellos están de acuerdo. Entonces nosotros no tuvimos ningún problema de decir que les íbamos a pedir, simplemente nos restablecimos y luchamos juntos por nuestros territorios que a nosotros nos correspondía.

Nosotros venimos de Olancho, de Santa María del Carbón. De ahí empezaron a emigrar las primeras familias a estas comunidades entre las cuales estaba mi abuela Elvira Tomé, que falleció a los 106 años, tiene un año de muerta. Ella fue de la primera familia que fue traída por el terrateniente don próspero Castillo y luego, después, llegó mi abuelo Juan Blas Montes y los obligan a que formaran una pareja y así fue creciendo la familia, procrearon nueve hijos. Dos fallecieron y siete están vivos.

Cuando le preguntábamos cómo hacían para vivir tanto: mi abuela decía que en aquel tiempo no consumían lo que ahora nosotros consumimos. Decía que nosotros ahora le echamos mucho condimento a la comida y que ellos en esa parte no, todos se dedicaban a consumir la parte típica. Por ejemplo para mi abuela comerse un pollo condimentado no era comida, mejor se dedicaba a comerse el tehuacoc, que es el chilero, ese pájaro. La comida Pech se sigue haciendo aquí. Se cultiva la yuca de la cual hacemos la tortilla, el zazal rollizo, hacemos el cuní, que es un atole de yuca y la hostiá (hos ti-á) que es la chicha de maíz.

Celebra la llegada de nosotros Pech y también el día del Huatá que significa el hombre que era poderoso para los Pech. Él adivinaba y nos avisaba si nos iba a suceder algo el día go el dcaban a consumir la parte poderoso para los Pech, que nos avisaba si nos iba a suceder algo el dcaban a consumir la partemañana, él daba un aviso, el era para nosotros el era un rey, el Huatá.  Ahora la autoridad, el cargo de cacique lo tiene doña Lastenia, pero ella se encuentra enferma y le dio el cargo a don Aparicio Montes. El cacicazgo cómo se sucede: es elegido, siempre es elegido por la comunidad, el cacicazgo no tiene  límite de que si se va a cambiar o no; si se está de acuerdo que continúe, va a continuar. Pero en este vaso si la comunidad dice que va a ser un período de dos o cuatro años, cuando se cambia la dirigencia del Consejo de Tribu, el cacique se cambia, pero si la comunidad dice que hay que dejarlo, se vuelve a dejar.

En cuanto a la medicina, las familias utilizan dos cosas: al ver de que la parte hospitalaria no hay una llegada de mejoría, entonces utilizan la medicina natural, porque siempre la creencia que tenemos en esa parte. Nosotros le llamamos al curandero, el Huatá; para nosotros es un hombre que cura, sabe lo que nos va a suceder, los tipos de enfermedades que nos puede pasar.

MI TRABAJO ES CONSTRUIR

MARIO PABLO MONTES TOMÉ

30 de octubre 2019.
Comunidad de Silín, Moradel, Trujillo, Colón.

Soy maestro constructor. Por eso puedo explicar el proceso de hacer el adobe: lleva varios componentes, en primer lugar, seleccionar la tierra, que sea de puro barro, tiene que llevar arenilla, arena, barro y zacate para que amarre y no tenga problema el día de mañana.

El secado del adobe tarda de tres a cuatro días, depende de cómo esté la temperatura. La cantidad de adobes para una casa como estas de la comunidad que hizo Hábitat se necesitan dos mil doscientos  adobes.

Se elaboran, dependiendo de la temperatura, porque a veces llueve y uno se para de hacerlos, tiene que esperar; pero si la temperatura está buena en doce días están los dos  mil doscientos adobes. A la hora de construir una casa, lo más difícil, la mayor dificultad es cuando llueve, pero cuando el clima está bueno es rápido construir, no nos atrasa nada.

No he recibido apoyo de Hábitat, porque yo soy el maestro constructor y me contrata quien desee construir en la comunidad con los materiales de Hábitat. Sólo es un trabajo, no un beneficio directo.

BLANCA LUZ LÓPEZ RAMÍREZ

Moradel, Silín Trujillo, Colón

Entonces como aceptaron salir en las fotos y videos Hábitat, dennos una sonrisa para la fotografia.

No soy Pech. Mi esposo si es Pech; él no habla el idioma Pech, no habla mucho, pero lo entiende. Mis hijas lo están aprendiendo en la escuela

Esta casa fue el 2017, nos pidieron los papeles personales, se los llevó mi esposo allá a las oficinas de Hábitat los revisaron y después de un tiempo regresaron a construir las veintidós casas

Antes vivíamos en una casa de bahareque y techo de manaca, teníamos que enterrar los estacones, los envarillábamos y el piso era de tierra. Ya cuando vino esta bendición, que El Señor nos permitió que nos dieran esta bendición: vivimos felices con mi esposo y mis hijas, vivimos feliz ahora.

Yo animo a otras personas para que se vinculen a Hábitat para tener su casa porque yo me siento feliz y, además, no pagamos nada por esta casa, sólo la mano de obra porque Hábitat nos trajo los materiales. Y en el caso de nosotros: el albañil que hizo la casa fue mi esposo. Muchas gracias a Hábitat.

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