Las principales barreras que impiden el acceso al suelo y a la vivienda social en Honduras
En Honduras, el derecho a una vivienda adecuada se enfrenta a múltiples barreras estructurales que limitan el desarrollo eficiente del sector habitacional y de los asentamientos humanos. Estas limitaciones afectan directamente la calidad de vida de miles de familias, impidiendo su acceso a un hogar digno, seguro y saludable.
Entre los factores más relevantes que conforman el déficit cualitativo de vivienda, destacan:
- Carencia de electricidad, lo que limita el acceso a servicios básicos y oportunidades de desarrollo.
- Deficiencias en los sistemas de saneamiento, que impactan la salud pública y el medio ambiente.
- Falta de agua potable, un recurso vital para la vida y la prevención de enfermedades.
- Techos deteriorados o inadecuados, que no protegen de la intemperie ni del clima extremo.
- Pisos de tierra, asociados a condiciones insalubres que afectan especialmente a la niñez.
- Paredes deficientes o improvisadas, que reducen la seguridad y estabilidad de la vivienda.
- Carencia de tenencia segura del suelo, que expone a las familias a desalojos y limita el acceso al crédito.
- Hacinamiento, que repercute en la salud física y emocional de las familias.
Estos problemas no solo reflejan carencias materiales, sino también profundas inequidades sociales y económicas. Superarlos requiere del esfuerzo conjunto de instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil, a fin de garantizar que más hondureños y hondureñas tengan acceso a un hogar seguro, saludable y lleno de esperanza.