Impulsada por la visión de que toda persona merece un lugar adecuado para vivir, Hábitat para la Humanidad comenzó en 1976 como un movimiento comunitario en una granja en el sur de Georgia, Estados Unidos.
Con una orientación cristiana, la organización ha crecido hasta convertirse en un líder mundial sin fines de lucro, trabajando en comunidades locales en los 50 estados de Estados Unidos y en más de 70 países.
Los propietarios de una vivienda Hábitat no son meros beneficiarios: participan activamente en la construcción o mejora de su hogar, trabajando junto a voluntarios, utilizando créditos adaptados a sus necesidades u otros mecanismos de apoyo. Familias y personas que necesitan ayuda se asocian con Hábitat para la Humanidad para construir o mejorar un lugar al que puedan llamar hogar.
Cualquiera puede colaborar: ya sea mediante apoyo financiero, voluntariado o dando voz a la causa de la vivienda asequible. Cada contribución ayuda a las familias a alcanzar fortaleza, estabilidad y autosuficiencia, y a construir una vida mejor para sí mismas. A través de la vivienda, empoderamos a las personas y transformamos comunidades.
Para más información sobre Hábitat Internacional, visite: habitat.org.